Cuando entregamos el corazón y la otra persona lo tiene, que pasa cuando no esta? Cuando no lo puedes oír latir cerca?
Una ves la separación casi forzada por las circunstancias, Obligan a tu corazón alejarse, cuando sientes el vació y despides la seguridad que sentías junto con el.
La mente y los malos pensamientos pueden apoderarse de una frágil mente sabiendo que el baúl de sentimientos se los llevo también tu corazón.
Pues recuerdas su olor recuerdas sus manos y sus pelos entrelazados a los tuyos cuando en profundo beso se convirtieron en uno sus labios y los tuyos.
Verdad que si ¿? Verdad que cada uno de esos momentos reviven en tu mente ¿?. Que cada franco segundo que tuvieron la oportunidad de tenerse…… y comienza la idea a florecer de que la separación será inconcebible sabiendo los lazos que se han forjado entre ambos… y que la distancia es efímera conociendo lo fuerte que puede resultar esa unión.
Una oración y una plegaria, una ilusión y la confianza, el poder de la fe en tu Señor que sabrá que es lo bueno que debe pasar, además mira a tu frente, alza la mirada hacia el cielo y busca en las nubes la forma del rostro de tu ser amado ….
La ilusión es lo que forma el amor, y la esperanza es lo que lo mantiene vivo, las mismas que mantienen a un lado la oscuridad de esos pensamientos que intentan nublar la luz que irradia el simple hecho de que lo esperas, lo imaginas y le tiendes la mano en tu imaginación diciéndole al oído:
“Aguanta amor la batalla que libra la luz frente la oscuridad y recuerda que alguien te ama y que no hay distancia que lo alejara”.
Y trae el olor a su cuerpo que anuncia estar a tu lado con su mano en la tuya…
Mio
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